Los buses de noche en Chile son muy comfortables y como las distancias son enormes, viajar así te permite ahorrar una noche de hostel y también de usar el tiempo para avanzar en tu recorrido. Despues de doce horas de viaje, llege a Alemania. Perdon ! a Puerto Varas ! Pero me dio la impresion de llegar a Alemania porque muchos letreros estaban escritos en aleman y no en español, por ejemplo los bomberos = Feuerwehr, los pastels = Kuchen etc…, y la arquitectura era también muy parecida.
Todo en el sur es organizado y ordenado, las calles son muy limpias, y parece una tarjeta postal. Es una parte de Chile que invita a la vida sana y pura !
En Puerto Varas disfruté de un excelente cafe con vista en el restaurante Cassis antes de poder ir a mi hostal y que llegara mi amigo Roberto con quien viaje una semana por la carretera austral.
El había ya organizado nuestro carro que iba a llevarnos a esta famosa carretera Austral hasta Puyuhuapi. Al dia siguiente empezamos nuestro recorrido pasando por la isla de Chiloe, Tomamos un primer ferry en Pargua hasta Chacao que ya era la isla. Manejamos disfrutando de la vista de la Panamerica sur y de la Costa y comimos en ruta en un restaurante hermoso y rico, el mercadito en Castro.
Después de sacar algunas fotos, seguimos la ruta hasta el próximo ferry que nos llevaba a Chaitén en la noche. En mayo 2008 toda la ciudad de Chaitén fue evacuada después la erupción del volcan del mismo nombre. La ciudad fue declarada ciudad muerta por el gobierno porque la zona fue devastada y no era segura y la gente fue traslada a otro lugar mas al norte. Pero en 2010, algunos habitantes regresaron a Chaitén sin tener en cuenta la prohibición y en 2012 el gobierno chileno suspendió la prohibición y los habitantes regresaron en la ciudad.
Después de una noche en un B&B muy modesto, continuamos la ruta en direccion a la casa Ludwig en Puyuhuapi, el asfalto suave se convierte en una ruta de grava y de guijarros. Los paisajes son espectaculares, los fiordos, los lagos, los ríos, todo se confunde entre montañas y glaciares. La casa Ludwig te da la impression que el tiempo no se ha cambiado nada, de hecho todo el pueblo es así. Disfrutamos de la buenísima cerveza artesanal Hopperdietzel que nos transporta a un tiempo pasado donde no había nadie en Patagonia y cuando vinieron los colonizadores Alemanes.
La lluvia del dia siguiente no nos asusto para hacer el el primer senderismo hasta el ventisquero colgante del Queulat. Bien nublado, la vista del glaciares era comprometida pero esperamos comiendo Marias para nuestro esfuerzo y de un golpe se abrió por 30 segundos el pasaje de vista hasta el glaciar y con alegría y feliz podemos bajar de nuestra montaña.
El dia después teníamos mucha mas suerte para recorrer el bosque encantado de Coyhaique. El dia y la caminata hasta el glaciar era estupenda, traveseando puentes y ríos, era una caminata de cuentos.
El recorrido en carro hasta alla era también divertido porque empezamos a llevar gente a dedo y conocimos a personas muy insólitas y divertidas.
El dia después teníamos de nueva una ruta larga, en realidad en kilómetros no eran muchos pero la carretera austral no te permite manejar muy rápido porque no esta muy asfaltada. Después de algunas horas llegamos a Futaleufú, una de los mejores destinos para hacer white water rafting en el mundo. No llegamos a tiempo para hacerlo ni tampoco teníamos el coraje…. Pero disfrutamos de la secret beach de Futaleufu donde el agua era de color esmeralda.
Ya habiamos empezado a regresar en direccion a Puerto Varas pero teníamos una ultima parada en Parque Pumalín donde hicimos la caminata hasta la laguna Tronador con un calor muy tropical.




No teníamos nada reservado en el parque pero sabíamos que había un solo lugar con cabañas en la Caleta Gonzalo y seno había solo puestos de camping pero no teníamos una carpa. Esta ves no teníamos suerte porque las cabañas estaban llenas y la única solución que nos quedaba era dormir en el carro o irnos de nuevo de vuelta a Chaitén con las carreteras malas de noche y volver en la mañana para tomar el ferry temprano… Al final fue una suerte porque dormimos en frente de un magnifico fiordo con un cielo hermoso y claro que nos permitía admirar las estrellas y la via Láctea.
El regreso a Puerto Varas fue bastante gris pero también con un ambiente muy especial cruzando entre las tierras con el ferry hasta regresar en la ruta que nos conducía a Puerto Varas.